Comunicado de las Eulalia en defensa de una trabajadora de prensa

Desde Eulalias, comunicadoras feministas, queremos expresar solidaridad hacia nuestra compañera Analía Álvarez y rechazar al comportamiento del Sistema Judicial Catamarqueño.

En un contexto donde la libertad de prensa y el derecho a la información son pilares fundamentales de una sociedad democrática, es imperativo manifestar nuestra solidaridad con Analía Álvarez, periodista de Radio Valle Viejo y Radio Inforama en Catamarca. Su valiente labor al destapar el funcionamiento clandestino de una empresa que trataba residuos patógenos de manera irregular en Andalgalá no solo demuestra su compromiso con la verdad, sino que también refleja su responsabilidad como comunicadora en la defensa de la salud pública y el medio ambiente.

La reciente citación judicial que ha recibido Analía Álvarez, en un claro intento por desviar la atención hacia quien cumple con su deber de informar, plantea serias interrogantes sobre las intenciones del sistema judicial catamarqueño. En lugar de centrar sus esfuerzos en investigar a quienes están detrás de estas actividades ilícitas que ponen en riesgo a la comunidad, se opta por hostigar a aquellos que, como nuestra compañera se atreven a revelar la verdad.

Es fundamental recordar que la labor de los periodistas está protegida por el secreto de las fuentes y que su función es esencial para el funcionamiento de una sociedad informada y crítica. La persecución a quienes ejercen esta noble profesión no solo atenta contra su integridad, sino que también socava las garantías constitucionales que deberían resguardar la libertad de expresión.

Por ello, hacemos un llamado al sistema judicial de Catamarca para que reconsidere sus acciones y dirija su atención hacia los verdaderos responsables de las irregularidades denunciadas.

 La protección de la salud y el bienestar de la comunidad debe ser la prioridad, y no la intimidación a quienes se atreven a alzar la voz.

Desde Eulalias, reiteramos nuestro apoyo incondicional a Analía Álvarez y a todas/todos los periodistas que, con valentía y compromiso, luchan por un mundo más transparente y justo. La verdad no debe ser silenciada; es un derecho de todos los ciudadanos y un deber de quienes informan.