Costilla desafía al proceso: pidió apartar al fiscal Barros antes del inicio del jury

Costilla desafía al proceso: pidió apartar al fiscal Barros antes del inicio del jury

El fiscal de Instrucción Nº5, Hugo Costilla, protagonizó en las últimas horas un fuerte revés procesal al solicitar el apartamiento del fiscal Augusto Barros, quien está encargado de sostener la acusación en su contra en el jury por mal desempeño. La jugada de Costilla llega justo cuando el Tribunal de Enjuiciamiento habilitó la apertura formal del juicio político por su actuación en la polémica causa "Wika".

La estrategia del fiscal apunta a deslegitimar a su acusador alegando falta de objetividad, sospecha fundada de parcialidad y cuestionamientos a la idoneidad técnica de Barros. En su presentación formal, Costilla se apoya principalmente en dos elementos: por un lado, la denuncia pública realizada por el diputado Hugo Ávila, quien en su momento puso en tela de juicio la imparcialidad de Barros citando un audio viralizado donde supuestamente un abogado hablaba de presuntas presiones políticas del gobernador Raúl Jalil para direccionar el jury. Aunque el propio abogado involucrado negó ser el autor del audio, Costilla lo incluyó como uno de los fundamentos centrales de su recusación.

El segundo argumento que sostiene su planteo es el historial político de Barros. Según Costilla, su pasado como apoderado del Partido Justicialista, su paso por la Legislatura provincial como diputado y su designación como fiscal sin concurso previo, son razones suficientes para dudar de su independencia frente a un proceso de esta magnitud.

Pero la ofensiva legal de Costilla no termina allí. También presentó una impugnación constitucional contra el artículo 9 de la Ley del Jury (Ley 4247), que establece que el fiscal acusador no puede ser recusado. Costilla sostiene que esa limitación vulnera garantías básicas del debido proceso y afecta su derecho a una defensa justa.

Mientras tanto, los plazos del jury avanzan. Costilla tiene seis días hábiles para ofrecer sus pruebas, mientras el tribunal de enjuiciamiento deberá resolver si hace lugar o no a su pedido de apartamiento de Barros. Si la recusación es rechazada, el proceso podría comenzar a fines de julio o principios de agosto.

La movida de Costilla no solo pone en pausa el avance del jury sino que instala una nueva disputa de alto voltaje político y jurídico sobre la transparencia y las reglas del sistema disciplinario contra funcionarios judiciales.

La resolución que adopte el tribunal marcará un precedente clave sobre la posibilidad de recusar o no a los fiscales acusadores en futuros procesos similares.