Elecciones para presidente

Es un día especial
Hoy tenemos que elegir el próximo presidente.
Las escuelas anfitrionas de esperanzas, miedos y deseos de un futuro mejor.
Un fiscal llega temprano en ayunas buscando gente de su partido.
Hay rumores de fraude, las alertas se encienden.
Emociona ver llegar los viejitos que agata caminan.
Algunos padres llevan sus hijos y les enseñan como se vota.
Fiscales de distintos partidos se hacen amigos.
El mate acompaña toda la jornada pero no se comparte con la otra lista.
Un candidato ingresa y saluda hasta al que no conoce.
Los pobres gendarmes están durmiendo en la escuela desde el viernes.
El almuerzo de todo el día, empanadas frías y no puede faltar el sanguchito con la gaseosa.
El partido que más tiene le lleva facturas a sus fiscales, los otros miran con deseo.
Un puntero lleva a una señora del brazo diciéndole a quien tiene que votar.
Un joven llega desvelado, diciendo que pasó de largo para cumplir con el deber.
Afuera de la escuela alguien está pagando por el voto.
Un puntero desesperado, con miedo, intenta hacer el voto cadena.
Se comienzan a escuchar voces confusas del boca de urna.
Hay gritos en la mesa 5, acalorada discusión entre un candidato y un apoderado.
La ansiedad de saber el resultado le gana al cansancio.
El votante enojado con la clase política busca algo para meter en el sobre y que exprese su sentimiento.
Una joven que votará por primera vez, acompañada por su papá y una emoción cívica inolvidable.
El viejito del campo que cuando joven no lo dejaban votar, hoy llega vestido de traje y corbata, zapatos lustrados haciendo honor a tan importante acontecimiento.
Permiso dice un gendarme para que pase la presidenta de mesa con la urna por la puerta de salida dónde espera una señora muy mayor que no puede llegar hasta el cuarto oscuro, también quiere elegir su futuro.
Ingresa el candidato seguido por periodistas y su secretario, hace fila, sonrie, simpatía forzosa, se vota él mismo, saluda a todos los integrantes de la mesa, se saca fotos, pregunta porcentaje de votantes, promete en secreto, responde con cautela algunas preguntas a los medios, y dice que se va a esperar los resultados en el búnker.
Son las 18 hs. cierra la escuela, adentro quedan los últimos.
Los nervios y ansiedad de saber los resultados emanan de los poros de las urnas.
Las paredes de los cuartos oscuros son testigos del momento de mayor tensión de la elección, el conteo.
En los pizarrones de las aulas quedarán tatuados los resultados parciales del evento más importante del país.
Se escucha un silencio que atormenta los pasillos de la escuela.
Hay una tensa calma.
Las radios no tienen información.
Se paraliza el país hasta las 19:30 hs, hasta que se escucha el primer grito...
El grito que deja sin garganta a un país entero, el grito de triunfo, el grito apasionado después de un largo día patrio.
Terminó la fiesta cívica.
El 10 de diciembre y comienza a conducir los destinos del país el ganador del pueblo, el nuevo presidente.
Viva la Democracia.
Ganó ARGENTINA

Por: Juan Carlos