Lujo y olvido: La senadora del outfit caro y la memoria corta

Lujo y olvido: La senadora del outfit caro y la memoria corta

En la apertura de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, una figura llamó más la atención por su vestuario que por su gestión: la senadora por Paclín, Virginia del Arco, desfiló por el evento con un look digno de pasarela… aunque no precisamente de pasarela popular.

Luciendo un outfit glamoroso y costoso —dicen que de boutique fina, de esas que aceptan sólo tarjeta black—, la legisladora fue blanco de críticas por lo poco que su imagen se condice con la realidad del pueblo que representa. Mientras muchas familias de Paclín siguen viviendo en condiciones precarias, con sueldos flacos y sin servicios básicos, ella parece más interesada en mostrarse para la foto que en acercarse al barro.

Pero claro, con las elecciones a la vuelta de la esquina, Del Arco volvió al ruedo como si nada: sonrisas, subsidios para repartir, caminatas guiadas por la prensa y una repentina vocación por reconectar con los vecinos. Dicen que en el sur del departamento ni saben quién es. En el norte, apenas un puñadito la acompaña. Y eso que arrancó con fuerza, apadrinada por el intendente Eduardo Menecier... aunque ahora él tiene otras prioridades…

Casi sin respaldo político, sin padrino y con la militancia peronista recordando los aires de superioridad con los que desembarcó, ahora Virginia intenta mostrarse como “la vecina ejemplar”, esa que abraza, escucha y promete. Todo muy justo a tiempo para renovar banca. ¿No será un poco tarde?