Argentina: Los nuevos acuerdos

Después de no representar a nadie, salvo a ellos mismos, los grandes gremios ahora salen con fuerza, invocando a cada paso a las bases, a esos trabajadores a los que en la pandemia nadie escuchó ni defendió.

¿Acaso nos hemos deshumanizado y centrado las decisiones gremiales y salariales solo en los negocios personales?

Hoy la gente, en su mayoría, apoya un cambio en las estructuras obsoletas del poder político, sindical, económico y social.

Un nuevo paradigma, una nueva ruta donde Argentina pueda desarrollarse en equilibrio, en libertad. El tema es que esta libertad que tanto pedimos nos exige responsabilidad, nos exige compromiso para sostener el cambio que queremos. Somos nosotros mismos los que vamos a forjar una nueva realidad, está en nuestras manos, en las tuyas y en las mías.

Pensemos bien hacia dónde queremos dirigirnos y cómo vamos a pensar la sociedad del futuro.

Si buscamos mayores oportunidades, mayor equidad, solidaridad, empatía, donde abracemos las diferencias y la inclusión, progreso en todos los ámbitos, primero debemos mirar hacia adentro y ser lo que queremos ver en el mundo.

Las distintas grietas a lo largo de los años han llevado al país al borde del colapso y ahora, ¿vamos a hacer lo mismo de antes?, ¿nos vamos a enfrentar nuevamente unos a otros? ¿Esperando inútilmente que eso genere mayor bienestar para todos? ¿En serio?

Haciendo lo mismo no vamos a obtener resultados diferentes. Entonces, ¿vamos a condenar nuestro futuro otra vez? Las grandes divisiones sociales, políticas y económicas generan fracasos en todos los ámbitos. Mejor construyamos a partir de la experiencia y de esta enorme oportunidad frente a nosotros y no apoyemos las divisiones, no nos aprovechemos unos de los otros, trabajemos juntos cada uno desde el lugar que toque para la nueva Argentina más libre, más pujante, de la que nos sintamos orgullosos, donde las oportunidades podamos generarlas nosotros mismos. 

Empoderémonos y seamos los artífices del futuro brillante de nuestro país.